Destinos Truncados - Стругацкие Аркадий и Борис. Страница 57

—Se limpia con usted y con el burgomaestre juntos. Tiene sus problemas, que son muchos.

—Usted digale que me defienda. O escribire un articulo denunciando su leproseria, contando como utilizan la sangre de bebitos cristianos para curar la enfermedad de los gafudos. ?Cree que no se para que atraen los mohosos a los ninos? En primer lugar, les chupan la sangre, y en segundo, los corrompen. Lo llenare de verguenza ante el mundo entero. Chupasangre y corruptor, disfrazado de medico. —Viktor choco su copa con la de Golem y bebio—. Por cierto, estoy hablando en serio. El burgomaestre intenta obligarme a escribir semejante articulo. Por supuesto, usted tambien lo sabe.

—No —respondio Golem—. Pero eso no tiene importancia.

—Veo que, para usted, nada tiene importancia. Tiene a toda la ciudad en contra, y no tiene importancia. Lo van a llevar a los tribunales, y eso no tiene importancia. El inspector sanitario Pavor esta molesto por su comportamiento, y no tiene importancia. ?No sera que el general Pferd es un seudonimo del senor Presidente? A proposito, ?ese general todopoderoso sabe que usted es comunista?

—?Y por que esta molesto el escritor Banev? —pregunto Golem con serenidad—. Y no grite de esa manera, que Teddy se asusta.

—Teddy es de los nuestros —objeto Viktor—. El tambien esta molesto: los ratones lo tienen loco. —Levanto las cejas y encendio un cigarrillo—. Aguarde, ?que me estaba preguntando? Ah, si... Estoy molesto porque no me permitieron entrar en la leproseria. De todas formas, realice una accion noble. Seria tonta, pero todas las acciones nobles son tontas. Y antes de eso, lleve a un mohoso sobre mis espaldas.

—Y peleo para defenderlo —anadio Golem.

—Exactamente. Pelee.

—Contra los fascistas.

—Precisamente, contra los fascistas.

—?Y tiene usted pase? —pregunto Golem.

—Pase... A Pavor tampoco lo dejan entrar, y vea como se esta convirtiendo en un demofobo.

—Si, Pavor no tiene suerte aqui —dijo Golem—. En general, es un funcionario capaz, pero aqui no logra resultados. Espero que comience a hacer tonterias. Creo que ya ha comenzado.

—Asi, duro —dijo el doctor R. Kvadriga levantando la cabeza despeinada—. Me voy y despues veremos. Que no quede ni su aliento. —Su cabeza cayo sobre la mesa, con un golpe sonoro.

—De todos modos, Golem —dijo Viktor, bajando la voz—, ?de veras es usted comunista?

—Recuerdo que el partido comunista esta prohibido en nuestro pais —anoto Golem.

—Dios mio, ?y que partido esta permitido aqui? Yo no le pregunto por el partido, sino por usted.

—Como puede ver, yo estoy permitido.

—Bueno, como quiera. A mi me da igual. Pero al burgomaestre... Por cierto, a usted no le importa el burgomaestre. Pero si el general Pferd llega a saberlo...

—Pero no se lo vamos a decir —le susurro Golem en confianza—. ?Para que necesita un general semejantes minucias? El sabe que existe la leproseria, que alli hay un tal Golem, unos mohosos, y eso basta.

—Un general extrano —dijo Viktor pensativo—. Un general de la leproseria. Por cierto, seguramente chocara pronto con los mohosos. Eso lo detecto con la elevada percepcion del artista. En nuestra ciudad, el mundo empieza y termina con los mohosos.

—Si fuera solo en nuestra ciudad...

—?Que ocurre? Se trata solamente de personas enfermas, que ni siquiera son contagiosas.

—No se haga el listo, Viktor. Usted sabe perfectamente que no son solo personas enfermas. Y ni siquiera el contagio es sencillo.

—?Que quiere decir?

—Quiero decir que Teddy, por ejemplo, no puede contagiarse de ellos. Y el burgomaestre tampoco, y ni hablar del jefe de policia. Pero otro tipo de gente puede.

—Usted, por ejemplo.

—Yo tampoco puedo. Ya.

—?Y yo?

—No lo se. En general, es solo una hipotesis mia. No me tome en serio.

—Y no lo tomo —dijo Viktor con tristeza—. ?Que otra cosa los distingue?

—?Que otra cosa los distingue...? —repitio Golem—. Viktor, usted mismo ha podido notar que las personas se dividen en tres grandes grupos. Mas exactamente, en dos grandes y uno pequeno. Hay gente que no puede vivir sin el pasado, estan totalmente en un pasado mas o menos lejano. Viven segun las tradiciones, las costumbres, los legados, buscan en el pasado la alegria y el ejemplo. Digamos, el senor Presidente. ?Que haria si no tuvieramos nuestro glorioso pasado? ?Adonde nos remitiria y, en general, de donde habria salido el mismo? A continuacion, hay gente que vive en el presente y no quieren conocer ni el pasado ni el futuro. Usted, por ejemplo. El senor Presidente le echo a perder toda imagen del pasado, y no importa a que pasado dirija la vista, ahi estara siempre la imagen del senor Presidente. Y sobre el futuro no tiene usted la menor idea, y en mi opinion, teme pensar en el... Finalmente, hay gente que vive en el futuro. Del pasado, con toda justicia no esperan nada bueno, y para ellos el presente es solo el material para construir el futuro, la materia prima... Pero ellos, en realidad, ya viven en el futuro, en isletas del futuro que han surgido en torno a ellos en el presente... —Golem sonreia de manera extrana y levantaba los ojos hacia el techo—. Son inteligentes. Tremendamente inteligentes —dijo, con ternura—, a diferencia del resto de las personas. Todos tienen talento, Viktor, como si los hubieran seleccionado. Tienen extranos deseos y carecen totalmente de deseos corrientes.

—Un deseo corriente, por ejemplo, son las mujeres...

—En cierto sentido, si.

—?El licor, el circo?

—Sin duda.

—Extrana enfermedad. No quiero... Y, de todos modos, no entiendo... No entiendo nada. Bueno, el hecho de que a las personas inteligentes las meten tras cercas de alambre espino, eso lo entiendo. Pero por que a ellos los dejan salir y a nosotros no nos dejan entrar...

—Aunque puede ser que no sean ellos los que esten encerrados tras el alambre espino, sino usted.

—Aguarde —dijo Viktor, sonriendo ironicamente—. Eso no lo aclara todo. ?Que pinta Pavor en este lio? Esta bien, a mi no me dejan entrar, yo soy ajeno a todo eso. Pero ?no debe alguien inspeccionar el estado de la ropa de cama y los sanitarios? Quiza tengan problemas de sanidad alli.

—?Y si lo que le interesa no son las condiciones sanitarias?

—?Bromea usted de nuevo? —Viktor miraba a Golem con perplejidad.

—De nuevo no bromeo —respondio Golem.

—En su opinion, ?que es el, un espia?

—El concepto de espia abarca demasiadas cosas —repuso Golem.